Se acabaron las vacaciones, sí señores volvemos a nuestra vida rutinaria que ya iba siendo hora, aunque parezca mentira algo de ganas sí que tenía. Este ha sido un verano marcado por algunas fechas que sin duda no olvidaré porque por desgracia ha habido dos pérdida en mi familia, momentos que prefiero no recordar porque han sido algo duros. La vida sigue ya lo sabemos y el tiempo lo cura todo, en estas situaciones el único consuelo que te queda es el recuerdo de mantener a tus seres queridos en tus pensamientos, no queda otra.
A pesar de todo ha sido un verano tranquilo en el que hemos podido descansar, estar estar en familia, ir a la playa, disfrutar del día a día y compartir con los nuestros momentos que solo en estas fechas podemos coincidir todos. Algo que me ha tenido y me tiene algo líada es la obra de mi nuevo estudio, sí por fin voy a tener una zona ordenada sólo para mí y mi trabajo. No os imaginais lo ilusionada que estoy y en cuanto lo tenga os lo enseñaré, aún quedan algunos detallitos que tengo que arreglar y en cuanto esté lo compartiré con vosotros.
Ya sabéis que para mí la luz natural en la fotografía es la más bonita, pero en el mundo fotográfico no te puedes estancar y la luz artificial te da un amplio abanico de posilidades. Sí… muchos estaréis pensando que no es lo mismo, bueno…. yo antes pensaba lo mismo, cómo voy a conseguir esa luz?? Creo que todos los que trabajamos con iluminación artificial perseguimos simular la luz natural aunque en muchos casos la creatividad pesa sobre este concepto o idea. Algunos cursos, mucha lectura y sobre todo mucha práctica me ha llevado a querer a mis flashes de estudio tanto como al sol que entra por mi ventana.
Sólo una cosa es necesaria para que una fotografía se haga realidad y esto es la luz, indispensable para capturar ese momento, bien sea natural o artificial. La luz es algo complicada pero si llegamos a entenderla o al menos a controlarla esto hará posible que nuestra imagen sea plasmada tal cuál la hemos pensado. Todo tiene sus ventajas e inconvenientes y por ello me quedo con lo bueno de cada una de ellas, en el caso de la luz artificial el no estar dependiendo de horarios, de cambios bruscos en cuestión de segundos y sobre todo el poder aumentar las posibilidades de creatividad. En esta profesión este tipo de iluminación te abre un amplio abanico de posibilidades que con la luz natural sería complicado llegar a conseguirlo. Y si os apasiona este tema os dejo con esta entrada en la que hablaba sobre la luz natural.
Espero que os hayan gustado las fotos, con este post os doy la bienvenida a este nuevo mes de Septiembre, que os sea leve y en breve os traigo nueva recetita que ya toca verdad???
Feliz semana y mucho♥︎